Ronquidos: ¿Cómo dejar de roncar?

Son cifras que a más de uno le quitan literalmente el sueño: la mitad de los hombres ronca, y también una cuarta parte de las mujeres, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Dejar de roncar es un sueño para muchos, ya lo suframos por nosotros mismos o por boca de otros. Los ronquidos aparecen cuando los músculos y tejidos de la garganta se relajan al dormir y se estrechan las vías respiratorias. Esto hace que el aire no se pueda mover libremente a través de la boca y la nariz, y la vibración cause ese desagradable sonido. ¿Es sólo un molesto ruido o puede traernos problemas mayores? ¿Qué factores pueden agravarlo?

Los ronquidos no sólo son un problema para quienes los escuchan, también para el que ronca y parece no enterarse de nada: somnolencia y cansancio durante el día, irritabilidad y tensión alta son algunas de sus consecuencias. Dejar de roncar es, por tanto, un anhelo tanto para unos como para otros. Los factores que pueden convertirnos en perfectos candidatos para roncar son varios:

  • Estructura de la boca: El ronquido se produce cuando el aire que expulsamos roza las partes blandas del paladar y la campanilla, y la morfología oral tiene mucho que ver en esto. Por ejemplo, los hombres tienen las vías nasales más estrechas que las mujeres y son más propensos a roncar, pero hay otras razones:
    • Mandíbula retraída
    • Garganta estrecha
    • Lengua grande en comparación con la boca.
    • Amígdalas grandes o desarrollo excesivo de las vegetaciones (adenoides).
  • Vías respiratorias obstruidas: Tener la nariz taponada por un resfriado o por alergia puede provocar que ronquemos.
  • Postura al dormir: Cuando descansamos boca arriba, la base de la lengua cae hacia atrás y reduce el espacio para que el aire pase.
  • Sobrepeso: Tener un exceso de tejido graso en el cuello provoca que las vías respiratorias sufran. Algunas mujeres, durante el embarazo, pueden almacenar más grasa y roncar con mayor frecuencia.
  • Alcohol, tabaco y medicamentos: El consumo de bebidas alcohólicas, cigarrillos y ciertos medicamentos hace que los músculos se relajen y ronquemos más.


¿Qué puedo hacer para dejar de roncar?

  1. Despeja tu nariz. Tener las fosas nasales despejadas, para conseguirlo podemos hacer lavados con suero fisiológico.
  2. Duerme de lado. Así evitarás que la lengua y los tejidos blandos obstruyan las vías respiratorias.
  3. Haz ejercicio. Perder peso y mantener una buena figura te ayudarán a tonificar brazos, piernas y abdomen, así como los músculos de la garganta.
  4. No fumes ni bebas. Evita el tabaco y el alcohol, sobre todo durante las últimas horas de la tarde.
  5. Controla los medicamentos que tomas. Ciertas medicinas, como los somníferos, y algunas infusiones harán que los músculos de las vías respiratorias se relajen. Disminuye su consumo en la medida de lo posible para evitar los ronquidos.
  6. Consulta a tu dentista. Existen dispositivos bucales que adelantan la mandíbula y son eficaces antirronquidos. También opciones más baratas, como las tiras adhesivas nasales de dilatación, útiles en casos de congestión. Tu dentista también podrá derivarte al neumólogo si existieran indicios de que el origen de los ronquidos estuviera en el aparato respiratorio.

Si tus ronquidos se están convirtiendo en un problema, no dudes en acudir a tu dentista o a tu médico de cabecera, que estudiarán el origen del problema y el tratamiento más adecuado para que en tus noches –y en las de los demás– vuelvan a reinar el silencio y el descanso.

| Fotografía: Jamelah|

 

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Escrito por Prof. Dr. Pedro J. Buitrago

Prof. Dr. Pedro J. Buitrago

Prof. Dr. Pedro J. Buitrago
Doctor en Medicina y Cirugía.
Especialista en Estomatología
Máster en Periodoncia
Clínica Buitrago

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