En los anuncios de televisión no paran de decirnos que masticar chicle sin azúcar mantiene limpios nuestros dientes y evita la caries. Sin embargo, ya hemos aprendido que no debemos creernos todo lo que nos dice la publicidad, al menos no al pie de la letra. Mascar chicle tiene sus beneficios, pero también sus perjuicios.

Los chicles actúan como un material de arrastre que nos ayuda a retirar restos de alimentos que quedan en los dientes, barriendo los desechos, pero sólo lo hacen sobre la zona de los dientes con la que masticamos, es decir, por la cara oclusal, y no por la zona más cercana a la encía, que es precisamente la que alberga más bacterias. A este proceso de “autolimpieza” lo llamamos autoclisis y también lo experimentamos cuando comemos alimentos con fibra, como una manzana o una zanahoria. Por tanto, el chicle tan sólo nos ayuda a limpiar una de las cinco partes del diente, dejando también al margen las encías y la lengua.

Sin embargo, en aquellas ocasiones en las que no podemos cepillarnos los dientes (como en un almuerzo de trabajo), el chicle puede convertirse en un gran aliado de nuestra salud bucodental ya que estimula la segregación de saliva, lo que provoca una mayor concentración de iones remineralizantes y bicarbonato que neutralizan los ácidos que se forman en la placa y que causan la caries. Además, los chicles sin azúcar suelen contener los edulcorantes xilitol y sorbitol, que no pueden ser fermentados por las bacterias localizadas en la boca, lo que impide que se produzcan los ácidos de la placa, el mal aliento y la periodontitis (enfermedades de las encías). No obstante, según un estudio publicado en la British Medical Journal, el sorbitol es una sustancia mal absorbida por el intestino cuyo consumo abusivo tiene efectos laxantes.

Debemos ser cautos con el abuso del chicle. Según la Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial (SEDCYDO), está descrito como uno de los elementos que acentúan la disfunción de la articulación temporomandibular (situada entre el hueso temporal y la mandíbula). Por el tipo de movimientos que se produce en la masticación, se debe evitar en todos los pacientes para no sobrecargar los dientes, los músculos y esta articulación.

En definitiva, masticar chicle tiene beneficios (salivación y neutralización de ácidos) y contrapartidas (problemas en articulaciones de la mandíbula e incluso digestivos). Lo importante es controlar su consumo y recordar que, en ningún caso, puede sustituir al cepillado dental.

Resolución del mito: ¿Masticar chicles sin azúcar mantiene limpios nuestros dientes y evita la caries? FALSO

|Fotografía: Stacey Shintani|

 

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Escrito por Bucca sana

Bucca sana

‘Bucca Sana in Corpore Sano’ es el deseo de acercar la salud bucodental a todos; un compromiso de Clínica Enrile por difundir los beneficios que están detrás de una boca sana.